domingo, 1 de junio de 2014

Discernimiento /Consciencia moral (Sexto vórtice de Anahata Cakra)

Como se mencionó previamente, el nivel mental del Anahata (sus vrttis y su kosa subliminal) es el fulcro donde descansa el flujo directivo de la mente. Si las propensiones del Svadhistana y Manipura cualifican a las del Anahata, uno puede tener una mente intelectualmente desarrollada, con un sentimiento de separación abstracto y definido, pero a su vez carente de calidez y conciencia moral. Esta frialdad y distanciamiento se deben al hecho de que el auto concepto psíquico, abstracto e intelectual, está aún muy ocupado con el auto establecimiento de las propensiones del Svadhistana, o la adquisición de las del Manipura. La habilidad de una conciencia y personalidad más elevada, con potencial para la vida interna, y la capacidad para pensar y sentir profundamente se encuentra, en este estado, incapaz de utilizar esta conciencia para relacionarse con otros en maneras correspondientemente profundas. 

Los impulsos de los vrttis inferiores usurpan la inteligencia de los superiores.
La propensión del discernimiento o conciencia moral, le da a la mente la habilidad de usar su razón para determinar qué elecciones y modos de vida la llevan hacia el crecimiento y expansión de la vida interna, en relación con el mundo y el Espíritu. De la misma manera, también puede discernir qué acciones llevan hacia el confinamiento, al egocentrismo, y al estancamiento psicológico. Con la conciencia, la mente puede entender su potencial egocéntrico y, al mismo tiempo, estar en contacto con las ideas intuitivas que la guían fuera de sus limitaciones y hacia la realización espiritual.
La conciencia es la habilidad de saber qué es bueno y justo, es una propensión enraizada en el kosa subliminal intuitivo. El tener la capacidad profunda e intuitiva de observar y entender la naturaleza del ser y del mundo le permite a uno actuar de acuerdo con la verdad. La conciencia intuitiva de la cual hablamos aquí es la conciencia esencial, la conciencia en la Conciencia, es la representación del Espíritu dentro de la mente. El concepto de Viveka no se refiere al código externo de “hacer” y “no hacer”, impuesto convencionalmente, sino a la voz interna, la benevolente guía del Tao eterno.