miércoles, 23 de abril de 2014

MANIPURA CAKRA

La función principal de los vrttis del Svadhistana chakra es resguardar al emergente sentido de identidad para que no regrese al útero de la inconsciencia y el instinto ciego, característicos de la mente pre-consciente y pre-humana. Una vez que el sustrato del ego ha encontrado un fundamento a través de la actividad de estos vrttis, la conciencia puede expandirse hacia actividades más complejas. 
En el segundo chakra hay una clara manifestación de actividad mental compleja, aunque ésta permanece confinada a la cámara objetiva de la mente, atada a las impresiones provenientes de los sentidos, al cuerpo y al mundo material. Aquí comenzamos a ver la manifestación del artha vrtti en su esfuerzo por expandir la mente conceptual, para adquirir un grado mayor de desarrollo y significado psicológicos. Sin embargo, las expresiones más elevadas del artha no pueden expresarse aún debido a que la actividad primaria de la mente se concentra en mantener y asegurar el sustrato psicológico y el fundamento de la identidad. No es sino hasta que existe una base estable en la mente, que se le puede comenzar a añadir un marco estructural.
El significado literal de la palabra sánscrita “artha” es alivio. Se refiere al alivio que uno obtiene después de terminar la lucha por conocer el nombre de un objeto cuyo nombre es desconocido. Este desconocimiento crea una tensión en la mente que la impulsa a buscar el equilibrio otra vez, y lo encuentra al hallar el significado de ese objeto; de manera que aquello que no fue entendido, pueda ser, al fin, clasificado. Cuando el significado, o definición, es encontrado, se produce una sensación de alivio gracias a que el equilibrio mental se reestablece. En otras palabras, artha es el esfuerzo voluntario del intelecto de adquirir la forma y significado del mundo y de sí mismo; una actividad que no es posible realizar en el segundo chakra debido a su preocupación por la auto-preservación de la mente. 
En el Manipura chakra el impulso por la auto-preservación está dirigido hacia afuera, en actividades cuyo enfoque va más allá del cuerpo físico y de la personalidad rudimentaria. Este enfoque se dirige hacia formas conceptuales más complejas, personales, sociales y ontológicas. 
Este mecanismo es el que subyace en el crecimiento y desarrollo del artha. La inteligencia de la personalidad (el aham ó yo hago) se confronta con nuevos retos que fuerzan a la mente a buscar recursos y maneras creativas para superarlos. Las formas para generar este desarrollo y complejidad no vienen de los instintos inconscientes y ciegos como en el Svadhistana. Una característica del Manipura chakra es la facultad de invertir voluntad y esfuerzo para transformar una idea en realidad; el hacer un intento vigoroso para convertir un deseo interno en una realidad ontológica. Por tanto, tenemos que en el segundo chakra existe una compulsión hacia la auto-preservación psicológica básica, mientras que en el tercero hay una compulsión vigorosa, externa y ontológica hacia la auto-definición. El ego o yo-hago crece al interiorizar y digerir más y más el mundo objetivo. Es en esta etapa donde el aham (ego) comienza a tener más control sobre la chitta (mente objetiva), ya que intenta maniobrar y manipular el mundo externo con su intelecto. En este proceso, la mente y, por tanto, la personalidad psicológica, obtiene la luminosidad de la experiencia y el conocimiento, y es capaz de efectuar una expansión posterior.
Es importante mencionar la relación que existe entre los vrttis incrustados en los respectivos chakras y el nivel de la mente asociado a cada chakra. Las expresiones de los vrttis corresponden perfectamente a las funciones de la mente en cada nivel. Los aspectos cognitivos de los chakras no están separados de los emotivos. Una mente que se encuentra tratando de establecerse en la esfera intelectual de la mente sensorial-intelectual necesita tendencias emotivas sólidas para mantenerse firme. De la misma manera, es muy necesario para la mente que alcanza el atractivo y tentador nivel de la mente creativa, tener atracciones e impulsos poderosos hacia ese plano. Esta relación entre las propensiones y los niveles de la mente, o entre factores emotivos y cognitivos, se da en todos los chakras.
El Manipura chakra está asociado al factor luminoso, a la emanación de la forma y al nivel de la mente creativa (atimanasa kosa). Esta asociación es inherente a las tendencias mentales de este nivel. En esta etapa de evolución psíquica, la mente está luchando para salir de la oscuridad de la ignorancia y de la conciencia poco elevada, y trata de iluminarse con un entendimiento creativo y conceptual de la forma. El atimanasa kosa impele a la mente a adquirir cada vez mayor iluminación sobre las cosas que permanecen oscuras. Cuando esta necesidad fundamental de la mente no se satisface, y esta función cognitiva básica no se completa y la mente no puede hallar el artha, los vrttis emotivos intentan forzar e imponer un significado y una forma al ego en expansión. El elemento luminoso y fiero del Manipura chakra es de hecho lo que le da a éste la habilidad apasionada de iluminarse psicológicamente ó, si existen obstáculos, de consumir el mundo psíquico de la forma. Manipura literalmente se traduce como “la ciudad de las joyas”.
Debido al enfoque consumista y ambicioso de las tendencias del Manipura chakra, este nivel de desarrollo mental se encuentra concentrado en adquirir significado del exterior, más que en darse cuenta del verdadero significado de la forma y la existencia, aunque fuera por lo menos en el sentido idealista o Platónico. Quizá ésta constituye la primera manifestación de una latente e innata intuición del infinito. Sin embargo, la personalidad emergente está aún muy dominada por un deseo insaciable de adquisición, generado por una reacción hacia la sensación latente de inercia psicológica y opacidad del segundo chakra. Por esta razón, observamos que el desarrollo externo y vigoroso del Manipura no es solamente una búsqueda positiva de expansión de la mente, sino también una compensación por la inferioridad psicológica y las limitaciones del Svadhistana. Aquí vemos cómo la cualidad activa y apasionada de la fuerza mutativa del Manipura compensa la entropía, opacidad y letargia de la fuerza estática del Svadhistana. Debido a la naturaleza de estos impulsos, la mente se dirige más hacia la forma externa que hacia símbolos internos, cognitivos y espirituales. La mente puede obtener alguna intimación con el infinito, pero la proyecta en el finito. 
El significado profundo de la forma no se revela sino hasta que este sistema de compensaciones haya sido trabajado. Las propensiones que distorsionan a la mente creativa necesitan ser purificadas para que las actividades cognitivas de este nivel puedan expresarse completamente. Un Manipura chakra balanceado le proporciona al individuo una mente creativa refinada y vital, capaz de percibirse a sí misma de una manera mucho más profunda y de resolver todos sus complejos. Una persona así tiene una pasión saludable por la vida; es activa en perseguir sus deseos, se encuentra en constante necesidad por experiencias nuevas y significativas y trabaja incesantemente en su propia mejora y transformación.



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